La obra de Gilles se compone de veinticinco libros más un reportaje filmado de edición póstuma que tiene una extensión de siete horas. El período en el que transcurre su producción abarca más de tres decadas de la segunda mitad del siglo XX. Su importancia histórica es notable en las artes, la literatura y las ciencia sociales. Sus trabajos sobre Francis Bacon, Antonin Artaud, Kafka, Hitchcok, Orson Welles, Marcel Proust, inaguraron una nueva comprensión de hitos fundamentales de la cultura. Sus lecturas de Bergson, Spinoza y Nietzsche son imprescindibles para cualquier trabajo de investigación que los tome en cuenta.
En nuestro país Deleuze no sólo es leído y citado, sino que constituye la base filosófica para producciones en el mundo del teatro: Veronese y el Periférico de los Objetos, Federico León,Tato Pavlovski, Roberto Villanueva; pieza importante en la literatura de César Aira, presencia en la pintura de Kuitka.
Las disciplinas psicológicas, fundamentalmente la psicología institucional y social, lo tiene como uno de sus teóricos más importantes. Es el caso de Gregorio Baremblitt, Bauleo. Saidón, Ana Fernández, Ulloa. En el terreno político sus escritos diagraman la base teórica de discusiones contemporáneas acerca del orden geopólitico que van de Antonio Negri a las expresiones locales.
Lamentablemente prejuicios fáciles que hace a la pereza intelectual lo dejó de lado en los estudios filosóficos de las facultades de filosofía. Las palabras posestructuralismo, posmodernidad, pensamiento débil, todas estas entelequias moralizadoras que se yerguen en nombre de la Verdad y la defensa del Sistema , lo ubicaron en una lista de negados que reúne a gigantes de la filosofía como Foucault, pero también Nietzsche, Voltaire, Montaigne, Séneca, y tantos otros.
Es cierto que Deleuze no es de fácil lectura, como nada lo es en la práctica filosófica, pero su riqueza es conquistable, no depende de artilugios de estilo, en realidad de mal estilo. Sus conceptos son explícitos y operativos, no conforman una jerga o un dialecto para iniciados. Podemos enumerar una larga lista de sus categorías fundamentales: virtualidad, intensidad, simulacro, nomadismo, máquina deseante, plano de inmanencia, línea de fuga, devenir animal, pliegues, esquizonálisis, superficie/profundidad, personajes conceptuales, preceptos, conceptos, cuerpo sin órganos, caoerrancia, rizoma.
Alguna vez Deleuze estuvo de moda, y los riesgos que esto implica es la constitución de una glosolalia, y la “puesta en consigna” de su pensamiento, pero es en el mismo Deleuze que encontramos las mejores armas para disolver dogmatismos, incluso los que se hacen en su nombre.
Deleuze ha revolucionado la práctica de la filosofía. Tiene el mismo poder vivificador que pudieron haber tenido Kierkegaard, Marx, Nietzsche en nuestra herencia más inmediata. La pregunta sobre la creación en la filosofía, el trazado de líneas de fuga respecto de lo que hay que pensar, la llamada “angustia de influencia”, las relaciones de la filosofía con el afuera que marca sus límites, la geografía de sus conceptos como la temporalidad de sus estructuras, la actualización de la tradición y su discusión con nuevas herramientas teóricas, la singularidad de su hacer respecto de orientaciones dominantes como la filosofía analítica, el pragmatismo y la ontología existencial, y su importancia para la trasmisión de la filosofía y la práctica de su enseñanza, todo esto conforma una tarea de investigación esencial para el desarrollo de nuestra tarea.
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